La renovación y mantenimiento de nuestra flota es la primera de las acciones donde comienza nuestro camino hacia la sostenibilidad.
Seguido por el uso de combustibles más ecológicos, la optimización de nuestros movimientos y rutas, así como el uso de energías renovables en nuestras instalaciones, hacen que monitoricemos nuestra huella de carbono, con el objetivo de minimizarla al máximo. Y aunque todavía queda mucho por recorrer, nos apoyaremos en otros aliados como la digitalización, las innovaciones tecnológicas y la búsqueda de alternativas al transporte por carretera, como el ferrocarril.
En la actualidad, el 90% de nuestros vehículos son nuevos, y en breve renovaremos hasta alcanzar el 100%.